El compost es uno de los recursos más valiosos y sostenibles que podemos incorporar en el cuidado del jardín. No solo permite reducir residuos orgánicos, sino que también enriquece la tierra, mejora la salud de las plantas y estimula un crecimiento más fuerte y equilibrado. Es una forma simple, económica y natural de nutrir tu jardín con lo que ya tenés en casa.
En este artículo vas a aprender cómo usar el compost correctamente, qué beneficios tiene para distintos tipos de plantas, en qué momento aplicarlo y cómo hacerlo sin errores. Incluso si nunca hiciste compost antes, esta guía te ayudará a aprovecharlo al máximo.
¿Qué es el compost y por qué es tan beneficioso?
El compost es el resultado de la descomposición natural de materiales orgánicos, como restos de comida, hojas, ramas y césped. El proceso se llama compostaje y transforma esos desechos en un abono oscuro, suelto y lleno de vida, rico en nutrientes y microorganismos beneficiosos.
Beneficios principales del compost en el jardín:
- Aporta nutrientes esenciales de forma natural
- Mejora la estructura del suelo (más aireado y fértil)
- Retiene mejor la humedad
- Estimula la vida microbiana del sustrato
- Reduce la necesidad de fertilizantes químicos
- Disminuye la aparición de enfermedades
- Favorece el enraizamiento de plantas nuevas
Además, hacer compost en casa reduce tu huella ecológica, ya que disminuye la cantidad de basura orgánica enviada a los vertederos.
Tipos de compost: ¿cuál podés usar?
1. Compost casero
Hecho con restos orgánicos del hogar. Puede tardar entre 1 y 6 meses en estar listo, dependiendo de las condiciones.
Ideal para: jardines domésticos, macetas, huertas familiares.
2. Compost comercial
Viene en bolsas listas para usar. Es uniforme y apto para todo tipo de plantas.
Ideal para: quienes aún no producen compost en casa o necesitan grandes cantidades.
3. Vermicompost (humus de lombriz)
Es un tipo especial de compost producido por lombrices rojas. Es muy rico en nutrientes y microorganismos.
Ideal para: plantas exigentes, cultivos orgánicos, plantas en recuperación.
¿Cómo saber si tu compost está listo?
El compost maduro tiene estas características:
- Color oscuro, marrón o negro
- Textura suelta, similar a la tierra
- Olor agradable, a bosque o tierra húmeda
- No se reconocen los materiales originales
- No genera calor (no está en proceso de descomposición)
Si todavía huele mal, tiene partes sin descomponer o está muy húmedo, necesita más tiempo.
¿Dónde y cómo aplicar el compost en el jardín?
1. Directamente sobre la superficie (mulch nutritivo)
Esparcí una capa de compost (1 a 3 cm) sobre la tierra alrededor de las plantas, sin cubrir el tallo.
Beneficios:
- Aporta nutrientes con cada riego
- Protege el suelo del sol y del viento
- Evita que crezcan malezas
Renová esta capa cada 2 o 3 meses.
2. Mezclado con el sustrato
Antes de plantar, mezclá compost con tierra común en proporciones de:
- 30% compost + 70% tierra (plantas sensibles o recién trasplantadas)
- 50/50 para plantas exigentes o suelo pobre
Mejorá la calidad del suelo en canteros, macetas o jardineras.
3. En el fondo del hoyo de plantación
Cuando trasplantás una planta, agregá compost en el fondo del hoyo. Cubrí con un poco de tierra antes de ubicar la raíz.
Esto estimula un enraizamiento más rápido y mejora la retención de humedad.
4. En compost líquido o “té de compost”
Podés hacer una infusión con compost para regar las plantas:
Cómo se hace:
- Poné 2 o 3 puñados de compost en una tela o media
- Sumergilo en un balde con agua (10 litros)
- Dejá reposar 24 a 48 horas removiendo de vez en cuando
- Usá el agua para regar o pulverizar sobre las hojas
Es un fertilizante suave y muy efectivo.
¿Cuándo es mejor usar el compost?
El compost puede aplicarse todo el año, pero hay momentos clave donde tiene más impacto:
- Primavera: estimula el brote de hojas y flores
- Verano: repone nutrientes tras floración intensa
- Otoño: fortalece raíces antes del frío
- Después de trasplantes o podas fuertes
- Cuando las plantas se ven debilitadas
Evitá usar compost fresco en invierno o en plantas dormidas.
¿Se puede usar compost en todas las plantas?
Sí, aunque hay algunas recomendaciones:
Plantas ornamentales
- Aplicá una capa fina en macetas o bordes de jardín
- Mezclá en el sustrato al renovar tierra
Plantas comestibles (huerta)
- Ideal para tomates, lechuga, aromáticas, frutales
- Usá en la siembra y como mantenimiento mensual
Plantas de interior
- Usá compost bien maduro y tamizado
- Aplicá solo una vez por temporada
Césped
- Esparcí una capa muy fina (menos de 1 cm)
- Rastrillá para que penetre entre las hojas
Errores comunes al usar compost
- Usar compost inmaduro (quema raíces, genera hongos)
- Excederse en la cantidad (puede compactar el sustrato)
- No tamizar para plantas delicadas (restos grandes)
- Aplicarlo muy cerca del tallo principal
- Regar en exceso después de aplicarlo
Con uso responsable, el compost es un gran aliado. Menos es más: una pequeña cantidad bien aplicada vale más que un exceso.
Consejos extra para aprovechar mejor el compost
- Tamizá el compost antes de usarlo para plantas delicadas
- Guardalo en bolsas o contenedores cerrados si no lo vas a usar de inmediato
- Combiná compost con ceniza de madera, humus de lombriz o restos de poda triturados para enriquecer aún más
- Usalo en mezcla con arena o perlita para mejorar el drenaje
- Rotá su uso por zonas del jardín para mejorar todo el suelo de forma pareja
Conclusión: una herramienta natural, poderosa y al alcance de todos
El compost es mucho más que “tierra hecha con basura”. Es una herramienta natural, viva y poderosa para nutrir tu jardín sin químicos, sin gasto extra y con enorme efectividad.
Ya sea que lo compres o lo hagas vos mismo, incorporar compost a tus rutinas de jardinería transforma el suelo, fortalece las plantas y te conecta aún más con los ciclos de la naturaleza. Porque cuando alimentás la tierra… la tierra te lo devuelve, multiplicado en vida.